lunes, 12 de junio de 2023

 

Política monetaria, oferta monetaria e inflación.

Después de un crecimiento inesperado de la inflación en la UE, en los últimos meses se está controlando su crecimiento, como consecuencia de las políticas monetarias que está tomando el BCE - aumento de los tipos de interés – que está dando los resultados esperados; a pesar de ello, no ha quedado claro a que se debe que este proceso inflacionario se haya dado con tal intensidad y de forma inesperada. Tratando de responder a esta pregunta, se observa que los Programas de Compra de Activos (APP) y los Programas de Compra por Emergencia Pandémica (PEPP) presentan una alta correlación (97%) con los aumento acumulados de la Oferta Monetaria (M2) en el periodo comprendido entre octubre de 2014 y mayo de 2023. De ello se desprende que la Base Monetaria se ha expandido como consecuencia de la implementación de la Política Monetaria encaminada a mantener los tipos de interés bajos para disminuir el coste del financiamiento. Así mismo, se comprueba que hay una alta correlación (91%) entre la inflación (HIPC) y la Oferta Monetaria (M2), relación que nos ayuda a determinar que la inyección de fondos generados por el Programa de Compras de Activos y Emergencia Pandémica explica el aumento de la M2, y esta su vez, el aumento de la inflación (HIPC). En efecto, hasta diciembre de 2020 la inyección de dinero efectuada por el BCE no tuvo efectos significativos sobre la inflación; sin embargo, a partir de esa fecha la inflación aumenta en forma creciente generando un exceso de liquidez en la UE que únicamente cesa de crecer cuando se deja de inyectar dinero a través de los programas APP y PEPP. Dos conclusiones, la primera es que la inflación actual se debe al desarrollo de una política monetaria laxa que poco tuvo que ver con el aumento del crédito y su coste y, en segundo lugar, solo la inflación se controlará cuando se elimine el exceso de liquidez que hay en la economía de la UE. Esto último, explica por qué los intereses pasivos no han aumentado puesto que la banca presenta un coeficiente de liquidez un exceso superior al 50% requerido por las normas de Basilea III.